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Buenos Aires, Lunes, 25 de Noviembre de 2024 |
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A lo largo y ancho de la Argentina hay 47 Universidades públicas en total donde asisten más de un millón y medio de estudiantes de distintas clases y nacionalidades. Ya desde la Reforma Universitaria de 1918 y con la mayor inversión del Estado en las Universidades la cantidad de alumnos en las mismas fue en aumento. Durante el primer peronismo la cantidad de alumnos se triplicó. Paso de 40.000 a más de 130.000 en 1955. En 1949 se sanciona la gratuidad universitaria y la suspensión de aranceles. La apertura lograda por el gobierno peronista hizo que la matrícula siguiera en aumento y en 1965 ya eran más 2.00.000 los alumnos. En 1966 la universidad junto con la Nación sufren un duro golpe cuando es derrocado al entonces presidente constitucional Arturo Illia. A cargo del ejecutivo nacional estaba el dictador Juan Carlos Onganía, quien decreta la intervención de todas las universidades del país. Se recuerda como hecho histórico la feroz represión desatada en todas las Facultades donde la policía arremetió contra alumnos y profesores haciéndolos salir de estas a golpes. Es conocida como La Noche de los Bastones Largos. Con el regreso del peronismo al poder en 1973 se vuelven a normalizar las universidades y cuentan con un alto nivel de politización. Ya en 1976 y con el gobierno militar se tendió a establecer una Universidad elitista retrocediéndola a la situación de Universidad oligárquica, anterior a la reforma del 18. Ya con el regreso de la democracia las aulas se abren nuevamente para todos. Llegando así al viernes 16 de septiembre cuando se cumplieron 35 años del secuestro de 10 estudiantes que peleaban por el boleto estudiantil. Quienes fueron salvajemente torturados y seis de ellos aún siguen desaparecidos. En la historia ha quedado grabada como La Noche de los Lápices. Este mismo viernes, como antítesis de lo que sucedía en 1976, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner inauguraba la Universidad Nacional del Oeste, en la ciudad bonaerense de Merlo. Desde el año 2003 a la fecha se han inaugurado 9 Universidades populares, nacionales, públicas y gratuitas. Del otro lado de la cordillera la situación educacional actual es similar a la de 1976 donde la educación es para unos pocos que pueden solventar los gastos, e incluso se llegan a sacar préstamos bancarios para poder costear los estudios. En Chile históricamente la enseñanza básica, media y superior era gratuita. Los colegios y universidades privadas recibían una importante subvención del Estado que permitía que sus matrículas fueran más accesibles. La gratuidad de la enseñanza se mantuvo durante todos los gobiernos de derecha, de centro y de izquierda y se suprimió con la dictadura militar. Hay quien prefiere dejar la familia y su tierra natal a cambio de una educación digna. No es por nada que la matrícula de extranjeros en las universidades argentinas va en aumento. No solo por el excelente nivel sino también porque se garantiza el libre acceso a la educación así sea Argentino, Chileno, Boliviano o Alemán. La educación es un derecho de todos y no un privilegio de los que pueden pagarla. Según el índice de Desarrollo Humano de la Naciones Unidas la Argentina está entre los 3 países con mejor educación de América Latina junto con Cuba y Uruguay. En Chile se reprimen las pacíficas marchas de estudiantes como antaño, en las oscuras épocas de Pinochet. Ni 20 años de gobiernos de la Concertación ni del actual Piñera han modificado en algo ciertos aspectos y leyes que no sólo son dignos de una dictadura sino que atentan contra el bienestar del pueblo. El pasado 11 de Septiembre se recordó el 38 aniversario del golpe de estado perpetrado contra el gobierno constitucional de la Unidad Popular.Salvador Allende asumió la presidencia de la República de Chile por la voluntad del pueblo en 1970. Sus mayores logros como presidente han sido la nacionalización de la minería de cobre, hierro y carbón, la efectiva ejecución de la reforma agraria, la entrega de medio litro de leche diario a cada niño, nacionalización de la banca, traspaso al estado de las 50 empresas privadas más grandes, redistribución de la riqueza aumentando el 40% los salarios y congelando los precios. Era la llamada Vía Chilena al Socialismo. A esto se le responde con cortes de ruta, cacerolazos en los barrios más aristocráticos, asesinato del jefe del ejército General René Schneider por su posición leal y consecuente, acaparamiento de mercancía y sabotaje de la producción agrícola, congelamiento de todos los créditos internacionales correspondientes a Chile, huelgas de los gremios empresariales, atentados a los dirigentes de la Unidad Popular, y el llamado público para que las Fuerzas Armadas “entren en acción” y derroquen al gobierno de el diario El Mercurio. En estas circunstancias el gobierno trató de cumplir su programa durante tres años más hasta que finalmente las FFAA apoyadas por el gobierno de Estados Unidos y la CIA bombardean el Palacio de la Moneda y dan fin al gobierno Socialista de Allende, quien se suicida dejando un último mensaje radial a sus compatriotas: “Trabajadores de mi patria: Quiero agradecerles la lealtad que siempre tuvieron, la confianza que depositaron en un hombre que sólo fue intérprete de grandes anhelos de justicia, que empeñó su palabra en que respetaría la Constitución y la ley y así lo hizo. En este momento definitivo, el último en que yo pueda dirigirme a ustedes, quiero que aprovechen la lección. El capital foráneo, el imperialismo, unido a la reacción, creó el clima para que las Fuerzas Armadas rompieran su tradición, la que les enseñara Schneider y que reafirmara el comandante Araya, víctimas del mismo sector social que hoy estará en sus casas, esperando con mano ajena reconquistar el poder para seguirá defendiendo sus granjerías y sus privilegios… Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza, de que mi sacrificio no será en vano. Tengo la certeza de que, por lo menos, habrá una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición.”
El cantautor chileno Victor Jara, asesinado por las Fuerzas Armadas chilenas el 16 de septiembre de 1973 así describía la situación chilena durante el gobierno de Allende en esta hermosa canción que es en parte un homenaje al gran poeta español Miguel Hernández, quien murió en la cárcel de la España franquista, ya que tiene estrofas de su poema “VIENTOS DEL PUEBLO ME LLEVAN”.
Vientos del pueblo De nuevo quieren manchar mi tierra con sangre obrera los que hablan de libertad y tienen las manos negras. Los que quieren dividir a la madre de sus hijos y quieren reconstruir la cruz que arrastrara Cristo. Quieren ocultar la infamia que legaron desde siglos, pero el color de asesinos no borrarán de su cara. Ya fueron miles y miles los que entregaron su sangre y en caudales generosos multiplicaron los panes. Ahora quiero vivir junto a mi hijo y mi hermano la primavera que todos vamos construyendo a diario. No me asusta la amenaza, patrones de la miseria, la estrella de la esperanza continuará siendo nuestra. Vientos del pueblo me llaman, vientos del pueblo me llevan, me esparcen el corazón y me aventan la garganta. Así cantará el poeta mientras el alma me suene por los caminos del pueblo desde ahora y para siempre. (1973) |