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Buenos Aires, Viernes, 22 de Noviembre de 2024 |
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por Ricardo Martinese y Julio Emperador El Jueves por la noche disfrutamos de una charla exclusiva con Jacqueline, dotada de un registro de soprano dramática interpreta tangos y otras melodías con sentida experiencia en un estilo personalísimo. Tiene la virtud de descubrir un filo que no se le había visto antes a algunos temas, y cuando canta, provoca una sensación como que pasa algo nuevo con ellos. No pierde la posibilidad de interpretar las frases memorables del tango, une creaciones de grandes compositores, revisa el pasado y redescubre “joyas”.Y aún le queda polenta para buscar temas de compositores nuevos. ¿A qué se debe el desvío de la ruta del 2x4 hacia el folclore? Se debe a que yo tengo un hermoso patio arrabal en mi casa. Cada vez que hacemos un asado y nos juntamos a tocar, terminamos cantando temas de folclore y boleros, con mi guitarrista Abel. El folclore me gusta mucho, nos juntamos con Abel a pasarnos material y a escuchar temas. Se lo comenté a Roberto Merise, bajista, le encantó y propuso juntarnos. Franco Polimeni, el pianista que me acompaña en el tango, se quiso sumar. Así armamos un conjunto de folclore, un poco para volver a divertirnos. Cuando te pones muy profesional con lo que hacés a veces uno pierde la frescura de tocar por tocar. Es un poco no tener que darle un sentido tan coherente a lo que hacés. Es como si fuese un recreo, nos gusta mucho y nos conocemos de interpretar otros estilos. Aún no sabemos en qué va a derivar. Además, me parece que hay que romper con eso de que si uno canta un género se limita sólo a ese, la música no tiene tanta condición, es más una barrera mental. ¿Estás preparando un nuevo disco? Sí, es un homenaje a Troilo con arreglos de Franco, con la participación de un sexteto y de músicos que tocaron con él. Es un tributo que hace mucho quería hacer a Troilo como compositor y a sus melodías sublimes. Sus tangos son maravillosos, aunque no sean tan acordes para un repertorio de mujer, tenía que buscar una excusa para transitar esos tangos por que me encantan. Me pareció que hacerle este homenaje era algo muy interesante. Otra cosa que me atrajo fue conseguir versiones de algunos de sus temas muy poco grabados. Por ejemplo, el que escribió con Cátulo Castillo para Virginia Luque cuando se iba a Japón – Fujiyama - del que sólo existe la versión de Virginia en un programa de televisión en vivo. También, La Cantina junto a Cátulo y una milonga que hizo con Borges. Son cosas que empecé a investigar y que me parecían interesantes. Se trata de un trabajo que se mete en lugares no tan transitados, que propone ir más allá de las cosas clásicas que me gustan de Pichuco. El CD cuenta con invitados de lujo: Raúl Garelo, José Colángelo y Horacio Ferrer que lo conocieron y con quien compartieron trabajos. En un mes lo comenzamos a grabar, el nombre provisorio es Homenaje a Troilo, me quedé en ese lugar y seguro alguna palabra a título del disco aparecerá. Él le supo dar tanto al tango, es tan admirable como compositor y hay cosas que no están tan difundidas que me pareció interesante recopilar cosas perdidas para compartir el placer de difundirlas. ¿Continuás escuchando temas de autores nuevos? Sigo escuchando todo tipo de material por que soy muy inquieta, esto de hacer folclore tiene que ver con el acelere que tengo. Cuando canto, tengo que emocionarme y si hago una sola cosa me da la impresión que me mecanizo. Porque Quiero, que es el cuarto CD, me permitió ir a muchos lugares. Viajé y lo presenté en muchos festivales y me dio grandes satisfacciones. Pero hay que tener en cuenta los dos años que tiene el disco más, por lo menos, un año anterior en el que se está trabajando específicamente sobre ese repertorio. Llega un momento que como cantante tenés que recuperar esa cosa de volver a emocionarte con los temas. Para mí la manera de hacerlo tiene que ver con incorporar repertorio nuevo, escuchando novedades de mis amigos poetas y de compositores que me las acercan. ¿Es habitual grabar temas nuevos? Me parece que hay un cambio, gracias a Dios. Ya en el segundo disco que grabé empecé a poner temas nuevos. Antes era rarísimo que se graben cosas nuevas, ahora existen grupos con temas propios y su difusión es más habitual. Costaba lograr una participación activa de los poetas en trabajos compartidos. Lo más excitante de grabar temas nuevos es la experiencia de trabajar en equipo, siento que el cantante estaba muy perdido y aislado con el arreglador. Cuando llega un tema nuevo no tiene versión, sólo es una partitura y una letra, hay que imaginar el clima, trabajar la orquestación y explicarle al arreglador tu pretensión de ese tema. Para mí el trabajo de equipo es como si fuese volver al tango de la época de oro, cuando era cotidiano ese intercambio entre intérprete, músicos, compositor y poeta. ¿El resurgimiento del tango comercial se ve reflejado en apoyo para la grabación de CD? No, la grabación es muy a pulmón, es muy difícil hacer tango en Argentina. Es absurdo, pero no se consigue mucho apoyo. Vender discos ya no es negocio, es un mimo para quien lo graba. No es tan comerciable pero sí es fundamental para los que hacemos música, es el proceso de lo que uno tiene en la mente y plasmarlo físicamente. Hoy, con los nuevos canales de comunicación, no es tan rentable un disco, estamos en un proceso de transición por el cual no sirve el disco pero tampoco el modelo nuevo. Sigo haciendo discos porque es un proceso que sufro y disfruto a la vez. Con el cuarto disco ocurrió eso, me recupero de uno y vuelvo a la carrera. ¿Dónde planeas presentar el CD del Homenaje a Troilo? Ojalá pueda hacerlo en el Alvear, un teatro grosísimo, me quedé con ganas de presentar allí mi cuarto disco, ya que a último momento se suspendió por un conflicto gremial y la realicé en el anfiteatro de Parque Centenario. Voy paso por paso, una de las cosas a las cuales me acostumbré para no sufrir tanto. Primero grabo, después la gráfica. Por que en el mientras tanto uno sigue haciendo todo, cantando en vivo, prendiéndome en un proyecto como el folclore y continuando con las giras. Para una mujer ¿es más difícil el camino en el tango? No siento que sea más difícil, aunque sí tenemos que pagar un derecho de piso más alto, hay una exigencia mayor del tanguero, del músico. La diferencia entre músicos varones radica en que hay más camaradería pero no creo que eso me preocupe. La mujer tiene que demostrar más, tenemos diferentes maneras de ser, aunque lo bueno es trabajar juntos hombres y mujeres sin competir y sacar de cada género lo mejor. A nuestro favor, las mujeres no tenemos referentes tan pesados como los varones, que tienen cantores muy históricos y les resulta más difícil ser originales. A las mujeres, no tener referentes tan fuertes nos permite mostrarnos personales, hay muchas mujeres en el tango de hoy con maneras de decir muy diferentes una de la otra. Nos cuesta pisar el ambiente tanguero pero, cuando lo pisamos, después tenemos más libertad ¿Aún sos conocida como “La Francesita que canta Tangos”? Me causa gracia, mi mamá es gallega y mi abuelo francés. A mi mamá le gustaba Jacqueline Onasis, de ahí el nombre y Sigaut es mi verdadero apellido. Por eso la gente piensa que soy francesa o que lo elegí como nombre artístico, pese a que es complicado para decir y más para escribir. Soy morocha de Liniers y de barrio, como corresponde, por eso muchos me cargan. |