La Coyuntura (II)

Por Felipe.A.Fiscina

Retomando la nota anterior y sin sacarnos el disfraz se me ocurrió analizar más de cerca el desempeño periodístico, la confiabilidad y la veracidad de “El Gran Diario Argentino”. Debo confesar que fue raro leerlo nuevamente. Nunca se compró ese matutino en casa, pero cada tanto o ante un suceso importante como ser la invasión a Irak iba y lo compraba.

También era un fiel oyente de Radio Mitre, pero de las épocas en que estaban Néstor Ibarra, Castelo, Mex Urtizberea, Gillespie, Lalo Mir por nombrar a los que más dejaron algún tipo de marca en mí. De a poco el nivel fue decayendo: Dady Brieva, Horacio Caride, Mirol y la frutilla del postre Samuel “Chiche” Gelblung. El señor Gelblung fue director de la revista GENTE durante la última dictadura militar. Desde esas páginas se intentaba “blanquear” la imagen de la dictadura y se promovía la censura. Como ejemplo un extracto del libro “La Voluntad – Una historia de la militancia revolucionaria en la Argentina” de Eduardo Anguita y Martín Caparrós. Tomo V, Pags. 627-629:

“La revista Gente, dirigida por Samuel Gelblung, se preocupaba por los libros de texto, y publicaba una nota titulada “Doctor Catalán: esto tiene que preocuparlo”. Juan José Catalán era el ministro de Educación del gobierno militar.

“El país viene de sufrir una guerra armada e ideológica. Y la ganó gracias al valor y sacrificio de muchos. Pero, esa guerra no terminó. El enemigo aprovechará cualquier fisura para seguir con su trabajo destructor. Un área fundamental para ellos es la educación en los tres niveles. Su táctica es atrapar mentes y en especial la de los jóvenes, que son el futuro de la Nación. Nos preocupa entonces que aún hoy circulen en los colegios libros con frases y conceptos como los que transcribimos. No pretendemos desatar una caza de brujas. Pero el lenguaje y la ideología que estos libros expresan se parecen demasiado a la ideología que imponen los subversivos marxistas en la prédica diaria. Creemos que esto debe ser controlado y corregido.”

Fiel a mis principios cuando este procesista empezó en Radio Mitre nunca más volví a escucharla. Siempre que haya un adicto a los milicos yo voy a estar en la vereda de enfrente.

Algo similar me sucedió con el mal llamado conflicto del campo. Cuando la Presidenta anunció la Resolución 125, sinceramente me fue indiferente. Pero note que la Sociedad Rural estaba muy enojada con esta medida y pensé: “Epa! Si la SR está en contra yo tengo que estar a favor” Y así fue nomás que me peleé con medio mundo y fui a todos los actos a favor del gobierno y de la medida. Fui a la Plaza de Mayo cuando éramos doscientos (difícil noche), cuando éramos 2 mil(primera vez que vi a Néstor), cuando fuimos 20 mil(uno de los mejores discursos de Cristina) y cuando se llenó la Plaza Congreso(Inolvidable) entre otras de las tantas movilizaciones que hubo por esos meses.

El origen de la nota se desvirtuó un poco así que vamos directo a mi lectura clarinesca. Lo más grosero que encontré, y yo sé que algunos han perdido la capacidad de asombro respecto a este y otros medios pero les prometo que esto los va a sorprender.

Jueves 31 de Marzo de 2011

Pág. 20 recuadro de 2x2

Título:

Desmentida

“El juez federal Daniel Rafecas negó haber dicho que “desde la embajada de Irán se financia con mucho dinero a agrupaciones y Luis D´Elía no es ajeno a ello”, tal como publicó la agencia judía de noticias.”

Un día después…

Viernes 1º de Abril de 2011

Pag. 17 ¾ de página con foto incluida

Título:

D´Elía otra vez en una polémica por sus vínculos con Teherán

Bajada:

“El juez Rafecas dijo que su agrupación es financiada por la embajada iraní.”

Me dispuse a analizar la confiabilidad y vemos que no son de fiar las notas publicadas. O por lo menos chequeadas.

En cuanto al desempeño periodístico las palabras sobran y sobran también “periodistas” mediocres.

Para finalizar, la veracidad, según la RAE (Real Academia Española): 1. f. Cualidad de veraz. Seguimos con la RAE:

 veraz.

(Del lat. verax, -ācis).

1. adj. Que dice, usa o profesa siempre la verdad.

En “El Gran Diario Argentino” hay de todo menos el uso de la verdad y del diccionario.